sábado, 23 de agosto de 2008

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Comienzo por los ojos, disparo una mirada. Me grabo en tu retina y empiezan a ceder tus pupilas distraidas empapadas de mi imagen. Mientras te robo esa lágrima qe no qiere caer. Me cuelo en tus oidos y siembro un poema. La dosis de dulzura y un tono sutil. Mi voz ondulante se instala en tu cabeza. Te digo solamente lo qe qieres oir. Seré la tónica en tus acordes, la poetisa de tus versos. Seré la musa qe te inspire, la emperatriz de tu universo. Aprenderás de mis silencios y entenderás si desvario. Y adormecido en mi regaso, respirarás lo qe yo espiro. Me subo en mis manos, lanzo otro ataqe. Tu piel es la víctima en esta ocasión. El roce preciso y caricia perfecta. Mi próximo blanco es tu corazón.

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